Mi viaje perfecto a Perú tuvo aventuras inimaginables e imposibles de planificar, viaje con acompañantes ideales, viaje en solitario (mejor dicho, conmigo misma) gastronomía impactante, naturaleza exuberante.
No exagero diciendo que cada día era más intenso que el anterior y siempre con hermosas sorpresas. Las más profundas fueron imágenes de la naturaleza que luego de muchas charlas con diferentes amigos locales siento más justo y natural llamarle Pachamama. La Pachamama no crea, protege y provee.
Sentir la calidez de un abrazo estando sola en el medio de una inmensidad helada, me hace creer en esa fuerza que lo une todo y a todos sin importar si creemos o en que. Podemos usar muchos nombres y formas, de lo que no tengo dudas, es que nos une de maneras a veces inexplicables.
Las personas que conocemos en nuestras vidas van formando una filigrana única y perfecta, con tantos colores y formas como queramos
Este viaje fue perfecto, ojalá que las imágenes y relatos que comparto con ustedes, muestren aunque sea un pedacito de ese tejido de formas y colores brillantes que viví. Pero como todo lo que brilla tiene su sombra, y todo Anakin tiene su Darth Vader, también les voy a contar lo que no sale en las fotos llenas de luz y colores